En este capítulo el mandato es a llorar o lamentarse por los príncipes es decir por las personas que lideraban al pueblo. V 1 “tú, levanta endecha sobre los príncipes de Israel.”
La verdad es que hoy en día no hay nada de diferencia cada día mas nos lamentamos de nuestros líderes políticos, sociales y aun de nuestros líderes cristianos.
El problema es que cada vez se desconoce más y más lo que es un verdadero líder.
Muchos quieren liderar solo por adquirir fama o hasta por envidia. Filipenses 1: 15 “Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad”
En la historia que nos cuenta este pasaje nos habla de cómo los líderes del pueblo eran encadenados y destruidos. V 4, 8 “Y las naciones oyeron de él; fue tomado en la trampa de ellas, y lo llevaron con grillos a la tierra de Egipto, Arremetieron contra él las gentes de las provincias de alrededor, y extendieron sobre él su red, y en el foso fue apresado.”
Porque fracasan los líderes.
1. No conocen cuál es su función. Para el mundo el liderar es un símbolo de poder, muchos solo quieren mandar. Pero la función del verdadero líder no es solo mandar es servir. Mateo 20: 25-28 “Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
2. Ejercen la fuerza más que la razón. V 3, 6 – 7 “e hizo subir uno de sus cachorros; vino a ser leoncillo, y aprendió a arrebatar la presa, y a devorar hombres. Y él andaba entre los leones; se hizo leoncillo, aprendió a arrebatar la presa, devoró hombres. Saqueó fortalezas, y asoló ciudades; y la tierra fue desolada, y cuanto había en ella, al estruendo de sus rugidos.” las personas nos pueden seguir con más facilidad cuando lo hacen por convicción y no por imposición.
3. No son facilitadores. Un buen líder más que mandar o entorpecer el marchar de los demás es el que facilita el transitar por el camino donde lleva a su gente. Mateo 15: 14 “Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.”
4. No son guías. Mateo 5: 14 “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.” lo único que a una persona la convierte en guía es el conocimiento. Ejemplo si tú no conoces la ciudad en la que vives te sería difícil por no decir imposible ser un buen guía turístico.
5. No tienen preparación. El problema de muchos pastores es que eligen a sus líderes a dedo es decir no les ofrecen ningún tipo de preparación previo y si lo hacen lo hacen con demasiada ligereza. 1 Timoteo 3: 10 “Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.”
Es verdad que Jesucristo no llama solo a profesionales pero también es verdad que el exige perfección en lo que hacemos y esto solo se lo logra con una adecuada preparación.
6. No tienen el llamado o la vocación para liderar. Por esta razón se cargan con mucha facilidad y no soportan la presión. Gálatas 1: 15 “Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,”
Cuando un pastor no tiene el llamado de Dios a pastorear lo único que le interesa es llenar el local en el que se reúne por esta razón no evangeliza a los que no conocen de Cristo su mirada e interés se enfoca en los cristianos tibios que están a la expectativa de irse a sentar en cuanta iglesia nueva abren en la ciudad.
7. No aman el liderazgo. Amar el liderazgo es amar a quienes lideramos. El amor nos lleva a buscar su bienestar. 1 Pedro 5: 2 “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;”
Si sientes que tienes el llamado a liderar no lo hagas en tus fuerzas pídele a Jesucristo que te de sabiduría. El tener el don de liderar es un acto de responsabilidad. Tú los puedes llevar al éxito o al fracaso. 2 Crónicas 1: 10 “Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque, ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?”
No busques lidera solo por figurar o por interés personal. Ama a quienes Dios ha puesto bajo tu cuidado recuerda que Jesucristo vino a servir no a que lo sirvan. ¡Ojo! Esto no significa que te conviertas en el trapo sucio de los demás. Jesucristo vino a servir no a ser nuestro sirviente.